IMAGEN DEL DÍA

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Mirando al horizonte... Utakata

domingo, 3 de octubre de 2010

5. Capítulo.

Fragmento del diario enigmática



2 de la tarde, 10 de febrero de 1993.
La señora Popea Torhpnus, de 35 años, egresada del instituto de magia femenino Hortensia Valguez, se disponía a entrar en la entidad mágica de seguridad llamada Resguardos Mágicos (ReMa):
Ese día estaba cansada de tanto huir y la única solución que encontré en ese momento era dejarlo en la entidad de resguardo mágico, en donde me hallaba cerca.
No puedo aguantar más este karma que me devora cada día, prefiero dejarlo aquí antes de que ponga en peligro mi vida -Pensé- No deseo volver a verlo durante un largo tiempo...
Me acerqué caminando rápidamente hacia la entidad, con una caja negra en mis manos. Esa caja, era la que me habían dado La Orden Perla a la que yo pertenezco. Ellos me la dieron para descifrar el enigma que tenía por dentro, pero, desde que me la dieron, no me han dejado hacer mi trabajo en paz, esos malditos seres malignos, me siguen a todos lados, pero hoy están muy listos a arrebatarme el cofre, pero contaban de que yo me sé todos los atajos de este reino y más, así que no se les hizo muy fácil, encontrarme. Lo único que alcancé a descifrar es que el dragón dorado que tiene tañado en la tapa superior, no fue tañado a mano por un instrumento, ni tampoco por magia, sino por un animal, ya que encontré tejidos orgánicos y con la prueba de carbono catorce, supe que la caja o cofre, tiene más de mil años, la tallada fue echa a arañazos y su decoración es rústica, lo dorado del dragón es polvo de oro, adherido mágicamente, con el mismo hechizo con el que está sellado, no supe cual era, es magia muy antigua, y no tuve tiempo de indagar mis libros de magia antigua; Tiene incrustados en la parte de los ojos dos piedras preciosas rarísimas, que solo se les puede encontrar en las cavernas submarinas de los lagos Feníseos, eso fue lo único que pude descifrar sobre el cofre del dragón dorado como lo nombre yo.
En la puerta de cristal, vi a una muchacha quien atendía, una pareja de rumanos, yo entre y espere unos minutos a que se desocupara. Los rumanos se pararon de sus asientos y marcharon hacia la salida, pasaron tan cerca de mi, que con el cofre del dragón dorado roce a la mujer rumana, ella no dijo nada pero hablo a su pareja en un rumano tan rápido que no alcancé a entender ni una sola palabra de lo que dijo, atravesaron la puerta de cristal sin molestasen en abrirla y desaparecieron entre la multitud de personas, yo me iba acercando a ella lentamente mirando con cautela y mirando siempre para todos los lados, para no encontrarme con ningún necrófago aliado al mago de la OZ. Me senté y ella me saludó con una sonrisa, se presentó, me brindó algo de tomar pero le respondí que no (Uno nunca sabe, que tal que me dé un brebaje para envenenarme); no quería hacer nada más que deshacerme del cofre del dragón dorado lo más antes posible antes de... en esos momentos hubo un apagón, yo pensé que hasta aquí llegaba, cogí el cofre del dragón dorado entre mis brazos abrasándolo con todas mis fuerzas, sudaba del miedo, al pensar que ellos, los necrófagos me encontraran, y me robaran el cofre, yo no iba a dejar que se lo llevaran así como así, sin antes luchar y daría mi vida por defender mi responsabilidad que yo tenía con mi orden, la Orden Perla.
Para fortuna mía, el apagón duró quince minutos que se me hicieron eternos. Xiomara Alvis me ofreció un poco de Té de ramita de Eucalipto, yo se lo acepté pero siempre con un poco de desconfianza; El té me sentó muy bien, ya estaba más tranquila pero todavía me quedaba poner a salvo de cualquier peligro al cofre del dragón dorado. Le pregunté a Xiomara, cuantas clases de seguridad había, ella me contestó que cuatro. La primera era la seguridad baja que consistía en: Una caja de seguridad de madera, detector infrarrojo y vigilancia por esferas dos veces al día, tiene un costo de cincuenta pexos anuales y semestrales treinta pexos.
La segunda es la media, cuesta sesenta pexos anuales y cuarenta pexos semestrales, tiene un detector infrarrojo, una caja de seguridad de metal digital, si se digita la clave mal tres veces se activa automáticamente la trampa, que es una burbuja que rastrea el calor, echa de ingredientes mágicos resistentes a cualquier hechizo, alfiler y animales; y por último, vigilancia por esferas tres veces al día.
La siguiente es la Alta, su costo es de 100 pexos anuales y 60 pexos semestrales, tiene una caja de seguridad fabricada de piel de camillion, el material más difícil de encontrar pero el más seguro de todos, vigilancia por micro esferas las veinticuatro horas. Para llegar a la caja principal, hay que pasar por seis portales, los cuales harán una pregunta cada uno, las preguntas tocan seis temas, la historia, la lógica, el cuidado de las criaturas, la música, los objetos y la alquimia, Xiomara da las respuestas a la persona que compre esta clase de seguridad, además habrá una sorpresa al final de los portales.
-¿Y cual es la otra?- Pregunté con insistencia a Xiomara. A lo que ella me respondió: Es la maxi, está respaldada el cien por ciento por la asociación aseguradora, del reino, por ser la más segura, su costo es de mil pexos anuales y quinientos pexos semestrales...
Antes de que Xiomara dijera de que constaba, busque en mi bolso la billetera, pero lo que vi, me desagrado, ya que una camada de ratoncitos, se introdujeron en mi bolso y se me habían comido todos los pexos, en ese momento recordé un conjuro, que leí en un libro de magia antigua llamado “Hace Uff… La Magia”, mientras descifraba el cofre. El conjuro era utilizado por los campesinos de la zona hace más de ochenta años cuando tenían que pagar por sus predios, ellos cogían un animal, (los que más abundaban eran las ratas, las cucarachas, y los yuplis) y lo transformaban en un billete, deseándolo, lo deseaban tanto que los animales pasaban ante el detector de pexos falsos y no los detectaba.
Cerré mis ojos y pensando fuertemente en lo que deseaba, (Un billete de mil pexos), abrí los ojos, y ahí estaba, se lo entregué junto con la caja a Xiomara y le dije un poco acelerada, diez años en seguridad Alta, ella me pasó unos papeles con un bolígrafo de sangre de camillion, para que llenara un formulario, cuando lo terminé se lo entregué a Xiomara, quien lo cogió, lo enrolló, lo metió dentro de un tubo que lo succionó y lo transportó hacia arriba por una serie de tuberías, que estaban en todo lo largo del techo de la entidad. Xiomara, luego me pasó un carned que me acreditaba como miembro de la comunidad aseguradora en plan A y me dijo que al respaldo del carned estaban todas las repuestas de los temas que necesitaría para poder pasar por los portales, pero no me quiso decir la sorpresa que habría después de pasar todos los portales, no le insistí por que tenía que irme a encontrarme con mis amigos los de la Orden Perla. Xiomara me dijo que no lo perdiera, a lo que yo conteste que perdiera cuidado y me agradeció por haber confiado en la entidad ReMa, me despedí y salí de ReMa sintiendo que un gran peso me había quitado, respiré profundo, coloque el carned en mi bolso y partí pensando que no me iba a pasar nada después que le contara a la Orden, lo que había echo y mis motivos, pero también que no le vallase a pasar nada al cofre del dragón dorado, antes de tiempo…

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